domingo, 21 de junio de 2015

Hablando de la Lactancia Materna Exclusiva (Primera Parte)

He de decir que este tema me dio mucho respeto durante todo el embarazo, nunca imagine que podría darle el pecho al renacuajo, ya me había hecho a la idea de ello. Pues bien nada fue como pensaba. Todo empezó poco después de subir a la habitación, una enfermera vino a ponérmelo al pecho, la verdad es que al principio se engancho muy rápido, pero he de decir que no de manera adecuada, me hacia bastante daño, pero como me dijeron que era lo normal pues seguí adelante, hay gente un poco incompetente, esa primera toma fue muy larga, el pezón me quedara negro y muy salido para afuera, aunque por el momento no había molestias. El dolor comenzó los días siguientes, no aguantaba la succión del bebe, me tiraba sólo del pezón y eso se hacía realmente insoportable, pase unas noches y unos días terribles, hasta el punto de no querer darle de comer y de rezar para que no se despertara. Todo empezó a mejorar cuando una enfermera, está un poco más lista, me lo enganchó bien a la teta, la verdad es que ese día logre darle el pecho sin dolor, los labios le quedaban evertidos, como un pececillo y cojía areola y pezón, además se veía como  la teta se movía hacia el cada vez que succionaba. La mejoría duro poco, tenía los pezones tan doloridos y machacados que nada los salvaba ya, entonces comencé a usar las pezoneras, un coñazo, la verdad es que no las recomiendo para nada, tenía que lavarlas después de cada uso con agua caliente y jabón y secarlas, aún que todo hay que decirlo en aquel momento me salvaron la vida, con ellas casi no me dolían los pezones y ese era mi principal objetivo. A ello añadí una crema, purelan de medela, muy cómoda ya que no hace falta retirarla para darle de mamar al bebe, esta compuesta íntegramente por lanolina, y refuerza el pezón a la vez que cura las grietas me fue muy bien, tan bien que decidí retirar las pezoneras y volver al contacto piel con piel, pero no fue tan fácil, el renacuajo ya se había acostumbrado a las pezoneras y le costaba engancharse de nuevo a la teta, entonces decidí dejar a un lado las pezoneras y no volver a utilizarlas, no podía permitir que interfirieran en la lactancia materna. Hasta hace poco aún me molestaban los pezones bastante, todo iba por rachas, cuando me empezaban a doler de nuevo echaba la crema, parecía que actuaba de barrera porque el dolor mejoraba. La matrona me recomendó utilizar unas conchas, que son como los formadores de pezón, unos semi círculos huecos con un agujero para colocar el pezon y unos aireadores, mantienen el pezon seco evitando las grietas que produce la humedad, y como yo empapaba mucho los discos pues me venían genial, a parte de que también recogen la leche pudiendo utilizarla posteriormente o desecharla. El gran descubrimiento fue que al utilizar  los formadores de pezón el bebe se enganchaba muchísimo mejor, ya casi no necesitaba utilizar la crema y no tenía apenas dolor, también descubrí que dependía mucho de la postura, algunas las descarte de inmediato y otras las fui descubriendo después de mucho probar, solía cambiar de postura cada cierto tiempo, concretamente cada vez que me empezaba a molestar dar de mamar, el cojín de lactancia me fue muy útil, fue la postura que más utilice, la más cómoda ya que el peso del bebe recaía sobre el cojín, pero finalmente me quede con otra sin el, colocando al bebe incorporado de forma prácticamente vertical, el renacuajo tiene reflujo gastroesofágico y le viene muy bien comer incorporado, echa menos leche y tiene menos molestias. Respecto al tiempo entre toma y toma cada vez se fue espaciando y haciéndose más regular, al principio era desesperante, comía cada muy poco tiempo, cada dos-tres horas, ahora ya aguanta cuatro horas sin comer, y eso se nota mucho sobre todo en las noches, primero decir que el tiempo entre toma y toma se cuanta desde que el bebe empieza a mamar no desde cuándo termina, dicho esto, el renacuajo tarda mucho en comer, al principio va muy rápido, traga como un loco, se atraganta, se le sale la leche por fuera, traga muchísimo aire, de todo, quince minutos después aproximadamente empieza a realentizarse, se queda dormido, succiona más despacio, y hace más pausas, a veces puedo pasarme hora y media con el en la teta, teniendo en cuenta que tengo que esperar a que se quede plácidamente dormido para meterlo en la cuna si no no me duerme, total que antes como mucho dormía seguido hora y media ahora ya puedo aumentar una hora más. Quiero destacar que hacia las tres semanas pasadas de vida del renacuajo, este comenzó a tener un comportamiento extraño en el pecho, succionaba tirando muy fuerte del pezón, parecía que me lo iba a arrancar, se arqueaba, estiraba las piernas, echaba la cabeza hacia atrás, lloraba de repente sin causa aparente, le daban arcadas y comenzó a echar más leche de lo habitual sin previo aviso, por su comportamiento imagine que sería la primera crisis de crecimiento, me explico, esto significa que el bebe demanda más de lo que produces, por tanto este tiene que reajustar la producción de la leche a sus necesidades mamando más a menudo, finalmente esto no era lo que le pasaba, o eso me dijo el pediatra, el renacuajo sufre de reflujo gastroesofágico, y todos esos síntomas eran debidos a eso. Respecto al peso, el renacuajo engordó mucho, en quince días  casi un kilo. Como os podeis imaginar al principio fue muy duro instaurar la lactancia materna, no voy a engañar a nadie, el dolor era insoportable sobre todo del pecho derecho, y el no poder descansar me mataba, cuando peor lo pase fue cuando pensé que mi leche no le llegaba porque no paraba de llorar, incluso tras haber comido, se despertaba cada hora para comer, y que la gente me dijera que le diera un biberón que no le estaba alimentando bien no ayudaba para nada, me sentía super mala madre por no saber que pasaba, aunque yo sabía que la leche tenía que llegarle porque manchaba muchos pañales, y yo lo veía más gordito, por tanto de biberones nanai de la China, me resigne a ello, y menos mal, por que la leche le alimenta si, y de carallo. Cuando ya supimos lo que le pasaba comencé a disfrutar un poco más de lactancia, de hecho ahora la disfruto mucho, es un momento muy íntimo, en el cual conectamos de una manera especial con la mirada, sin duda merece la pena sufrir un poco al principio para luego lograr esto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario