martes, 30 de junio de 2015

¿Que se pasa por mi cabeza 21 dias despues del parto?

21 días, 21 días repletos de emociones, de ansiedad por perder el control sin conciencia , de incertidumbre, de no saber si lo estas haciendo bien o mal, de una melancolía inmensa pero al mismo tiempo una felicidad máxima, es difícil de explicar, lo primero que comprendí es que ser madre no sólo te cambia la vida sino que también te cambia a ti, el primer momento que me puse frente al espejo después del parto vi a otra persona, me vi cambiada tanto por fuera como por dentro, en el paritorio se había quedado mi antiguo yo, eso era indudable, de repente antepones todo, absolutamente todo ante una pequeña presonilla, dejas de tener tiempo para ti, primero está el, su baño, su comida, su sueño, tu pasas a un segundo plano, y tan feliz, dejas de hacer tu vida para crear la suya, o más bien la vuestra, dan igual las cenas en el Chino, las noches de cine, los paseos en pareja que tiempo atrás eran indispensables, lo echas de menos por supuesto pero eres incapaz de separarlo de tu lado, dejas por completo de pensar en ti y ahora sólo piensas en el, te vuelves maniático del orden, necesitas tener todo en su sitio siempre, aunque sea evidentemente imposible, sientes una responsabilidad muy grande cargada en tus hombros, quieres hacer tantas cosas que acabas sin hacer nada, intentas por todos los medios ser la mejor madre, aunque siempre te cuestionas e intentas buscar la forma de hacerlo mejor, aunque no exista. Es difícil adaptarse a todos los cambios que surgen de repente, ya sabías que iban a pasar, pero es muy diferente tenerlo en mente que vivirlo, hay un momento que todo se te viene encima, que crees que lo haces todo mal, te sientes sola, sin apoyo, a pesar de tener a tu familia, a tu pareja, y sólo quieres llorar, llorar y llorar, de hecho no puedes parar de hacerlo, hechas de menos los momentos que pasaste embarazada, las patadas dentro de la barriga, las ecografias, escuchar el latido de su corazón, todo lo echas de menos, y sientes la necesidad de volver a tenerlo dentro.
Recuerdo los primeros días en el hospital, tenía miedo a coger al niño, no sabía muy bien como hacerlo, ahora me río cuando lo pienso, la primera vez que lo cojí estaba muy rellenito, tenía todo el cuerpo hinchado, me agarraba un dedito e intentaba abrir los ojos  poquito a poco, hasta que por fin los consiguio abrió, nos miramos embobados, entonces algo dentro de mi se removió, no podía apartar la vista de su carita, era tan sumamente perfecta. Sólo existía el para mi, le hablaba y se tranquilizaba al escuchar mi voz, ahora ya no queda nada de ese pequeñín regordete, hay que ver como pasa el tiempo de rápido, y como crece mi pequeño, cada día está más enorme, me pesa más, sobre todo lo noto cuando lo pongo a la teta, me duele el brazo de sujetarle la cabecita, y su cuerpecito ya sobresale entre mis brazos, su carita cada día se vuelve más mofletuda, dan ganas de pegarle un mordisco, mi madre siempre me dice, pues pegáselo mira que después te vas a arrepentir, sus ojos me hipnotizan, son enormes, ahora esta mucho más tiempo despierto y se pueden apreciar mejor, parece que van a ser marrones o verdes pero nunca se sabe a lo mejor acaban siendo azules, sean como sean esta claro que serán unos ojazos, y que decir de sus manos y sus pies, pues que son enormes, tenemos que ponerle una talla más grande de pijama para que le cojan los piececillos dentro. Las piernecillas que en el hospital eran súper delgaditas, se le están volviendo unos jamoncillos muy tiernecitos, definitivamente cualquier día me lo como.
Cuando pienso en como han sido esos 21 días lo resumiría diciendo que han sido muy intensos, duros, pero súper gratificantes, las dificultades han sido peores de lo que yo me había imaginado, el dolor de pecho era inaguantable, tenía heriditas en los pezones, al principio no se enganchaba, noches sin dormir, llantos incontrolables, días enteros sin ningún tiempo para ti, preocupaciones tras preocupaciones, estará comiendo bien el peque, le llegará mi leche, estará engordando, esos ruiditos que hace por la noche serán normales, que le pasa, pero porque no duerme, que son esos granitos que le están saliendo en la cara, manchara los pañales suficientes, son preguntas que invadían mi cabeza las 24 horas del día, y aún hoy siguen teniendo cabida en mi cabeza, creo que hay cosas que ya van a perdurar ahí de por vida, más aún si se trata de mi pequeño, todo gira entornó a el, llega un punto que sólo me preocupa el y eso es lo que hace que mi cabeza esté maquinando todo el día sin parar. A pesar de todo, jamas me arrepentire de la decision que tome, por que es lo mas bonito que me puede llegar a pasar en toda mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario